Cuando te miro a
los ojos,
siento que el
calor de tu alma
siempre sosegada
y en calma,
reduce mi miedo y
enojos
a un montón de
despojos,
de los que tú me
liberas
haciéndome ver
riberas
donde la
esperanza crece
y la alegría florece
más allá de sus
fronteras.
Cuando escucho de
tu boca
tantas palabras
serenas
se empequeñecen
las penas,
tu dulzura las
sofoca
como el fuego que
se apoca
y de llamas se
despoja
cuando agua se le
arroja
¡Si hasta toda
esta maldad
ante tu
amabilidad
parece que se
sonroja!
Cuando de tu pie
oigo el paso
una dulce melodía,
trae el eco de tu
alegría
iluminando el
ocaso
y el tiempo lo
siento escaso.
Cuando tu paso se
aleja
todo vuelve a su
acidez
y el nudo vuelven
otra vez
a enredar esta
madeja
de emociones, tan
compleja.
Alma en el verso
4 comentarios:
Si hasta toda esta maldad ante tu amabilidad parece que se sonroja... increible!!, que buena imagen!!
Mis felicitaciones por esa pluma tan sublime, besos Luisa!!
Gracias Doris, valoro mucho tu apoyo y agradezco que podamos compartir tantas cosas a través de nuestros blogs. Aprovecho para felicitarte por los dos en los que escribes, me parecen sumamente interesantes, mi enhorabuena.
Hermoso desenredo de esa madeja de emociones que somos. Se transmite mucha ternura. Enhorabuena!
Elisa
Sí, el sentimiento de admiración, cariño y ternura que él inspira es tan grande que desborda, es un ser luminoso, y así es como pensamos todos los que lo conocemos, los que tenemos la suerte de tenerlo cerca. Gracias Elisa.
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