Hoy llueve tras
los cristales
que aparecen salpicados
y de los grises
tejados
el agua cae a
raudales.
Bajo el paraguas,
la gente
con gesto un
tanto sombrío
trata de hacer
frente al frío
que se muestra
indiferente.
En clase, los
escolares
rompen la
monotonía
tocando una
melodía
y entonando sus
cantares.
El sonido de la
flauta
llega dulce hasta
la casa
mientras la
mañana pasa
siguiendo siempre
su pauta.
Miro desde la
ventana
sintiendo mi
regocijo
por estar bajo cobijo
saludando a la
mañana.
Ya se acerca el
tiempo gris,
el invierno ya
está aquí,
viene como
siempre, así,
sin darnos
cuenta, en un tris.
Alma en el verso