Empujada por ráfagas
de viento
elástica se dobla y
balancea
mientras su frágil
talle se mimbrea
presa del angustioso
movimiento.
Y en medio de ese
batallar violento
el latido en la sien
le martillea,
no hay más opción que alzarse en la pelea
mientras le quede un
mínimo de aliento.
Todo tiene su fin y
su momento,
el fin de la tormenta
que la abate
llegará a encontrar
también su instante.
Y cuando llegue el
sol acariciante,
tendrá que conciliar
cada fragmento
que la ferviente
lucha le arrebate.
Mientras la vida late
por más que duela y deje cicatrices,
por más que duela y deje cicatrices,
hay que seguir,
sujeto a las raíces.
Alma en el verso
4 comentarios:
Qué hermoso poema, me encantaron los 3 últimos versos del remate final
"Mientras la vida late
por más que duela y deje cicatrices,
hay que seguir, sujeto a las raíces."
y en especial la imagen, es una obra tuya?.
Gracias por compartirlo, un abrazo grande.
Elisa
Es un poema escrito hace ya un tiempo… a veces por una u otra razón no los subo al blog y acabo guardándolos en una carpeta, luego cuando los leo pasado un tiempo, lo vuelvo a reconsiderar.
En cuanto a la imagen, cada vez me cuesta más dar con la imagen que tengo en la mente y eso me lleva, cuando tengo tiempo, a plasmarla de alguna manera.
Muchas gracias, Elisa.
Un abrazo
la pintura es muy bonita, me encanta, así que también le das al pincel... genial.
y el poema... sirve para una flor y sirve para la vida.
biquiños,
"Aprendiz de todo, maestro de nada"...
Muchas gracias, Aldabra.
Un abrazo
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