En el jardín de
los sueños
todo se había
perdido,
solo un jilguero aguerrido
se aferraba a sus
ensueños
fiel a su fe y sus
empeños,
esperando que el
rocío,
despacio pero con
brío,
empapara bien el
suelo
y sembrara de
consuelo
el jardín seco
y vacío.
Su tiempo se hizo
eterno,
la tristeza le
pesaba
pero tranquilo
esperaba
el milagro dulce
y tierno
que diera fin a
su infierno.
Y esforzó tanto
su canto
que el agua
extendió su manto
y casi sin voz,
pudo ver,
que todo empezó a
crecer,
miró al cielo y
secó el llanto.
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Cuando no veas el
cielo
y sientas todo perdido,
piensa que es mejor consuelo
luchar por lo que
es querido.
Publicado por Alma en el verso
2 comentarios:
Nos dejas un poema cargado de esperanza. Mi enhorabuena.
Que dulces y esperanzadoras palabras, siempre tenemos que aferrarnos a lo bueno; y luchar por lo que es querido, eso es lo elemental de la vida. Un abrazo, y que sigan fluyendo los versos :)
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