Pobre Diciembre, pasa tanto frío
fuera, que a toda costa intenta entrar
por puertas y rendijas al hogar
buscando el modo de aliviar el frío
y así afrontar mejor el desafío.
Por eso, creo yo, hubo que acordar
darle a sus días fiestas que guardar
y encuentros entrañables de tronío.
No hay en el calendario mes tan lleno
de actos, festejos y celebraciones.
Quien sabe si por miedo al desenfreno
o por tener las mismas atenciones
con Enero, que a nieves no es ajeno,
celebren juntos tantas tradiciones.
Alma en el verso
2 comentarios:
Ay amiga, por aquí ya hace tanto calor, y también diciembre se nos cuela pleno de ganas de festejar. Claro, los humanos están más locos y exaltados que en otra etapa del año y te diré que es un mes de temer.
Mejor dejarnos llevar y que las copas se eleven (y claro, se vacíen también).
Felicitaciones por tan lindo poema, Felicidades para esta etapa complicada y un beso enorme!
Elisa
Confieso que cada diciembre cuando veo venir tanta celebración seguida, paso por un momento de cierto rechazo que luego, afortunadamente consigo superar.
Felicidades a ti Elisa, y gracias por tu lectura y comentario.
Un abrazo
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