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“No me seduce el tiempo de noviembre,
la luz mengua y se acortan ya los días,
la luz mengua y se acortan ya los días,
mes de poda y labor para el que siembre,
un mes de vida y muerte”, me decías.
Era como un presagio, una visión
anticipada de la despedida,
una desazonada sensación
que te anunciaba el tiempo de partida.
Y a mí se me encogía el corazón
sintiendo nuestras almas tan unidas,
sin poder evitar esa emoción
al ver caer las hojas desprendidas.
Y fue en noviembre, como presentías.
-Mes de tristezas y melancolías-
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Que el cielo nos bendiga con la luz
que sigue desprendiendo tu virtud.
Alma en el verso
6 comentarios:
Un poema cargado de sentimiento, nos roza, nos deja su marca, no es posible leerlo indiferente. Es increíble como la tristeza puede ser tan armónica y exquisita.
Mis felicitaciones, un abrazo grande.
Elisa
Hermoso comentario, Elisa. Muchas gracias.
Un abrazo
Sí, así es el mes de noviembre, triste por todos lados que se le mire y para algunos especialmente, por lo que veo.
Felicidades y abrazos.
El otoño con sus colores,sus muchos matices y su peculiar melancolía, no deja a nadie indiferente,a todos nos altera de una u otra forma,en tú caso por lo que dicen tus versos hay también una carga de cariñosos recuerdos e inevitables y dolorosas despedidas.
Pensando en tu soneto, en su belleza y mensaje, me vienen a la mente las palabras de Chaplin.
No llores porque se a ocultado el sol porque tus lagrimas no te dejaran ver las estrellas.
Un abrazo Alma
Así es, Cristino. Muchas gracias por tu visita.
Un abrazo
Agradezco muchos tus palabras, Antonio.
Hay seres tan llenos de luz que dejan tras de sí una estela luminosa que nos alumbra. Seres muy queridos, que estén donde estén, están siempre a nuestro lado y merecen la más inmensa gratitud.
Un abrazo
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