Cuando la lluvia limpie bien la tierra
y en los árboles del jardín, las hojas
de color ocre, lloren sus congojas
mecidas por el viento de la sierra,
y este ardoroso estío en pie de guerra,
quede atrás junto a las alertas rojas
de un mundo que urde extrañas paradojas,
saldremos del sopor que nos encierra,
dejaremos que el viento nos envuelva
y que la lluvia moje nuestra piel
sedienta, ávida de caricias tiernas,
agradeciendo que la tierra vuelva
con aires y flüidos de agua y miel
a recrear atmósferas alternas.
Honremos pues, las tiernas
enseñanzas que como madre ofrece
y la abnegada forma en que florece.
Alma en el verso
8 comentarios:
Hola Luisa:
Dejé un comentario en el poema anterior pero debo haber cometido algún error (que raro, ja, ja) y no quedó enviado.
Muy bellos ambos poemas, tal vez un tanto contrapuestos, en uno el desconcierto, en el otro insistente golpetea la esperanza. Mis felicitaciones por ambos. Veo una gran influencia de la situación general, de como están viviendo esa etapa y en parte me sorprendo pues nuestra realidad país no es tampoco buena pero no caemos en ese estado de desaliento. No sé, sinceramente, si preocuparme, pues nuestra caída será aún más dura, o tal vez sea solo experiencia de una sociedad golpeada de continuo.
Inútiles son mis reflexiones, lo que sí vale es que leerlos nos embellece el alma y nos trae aires frescos.
Mis felicitaciones, un abrazo grande.
Elisa
Muchas gracias, Elisa. No sé si viene a colación pero te dejo unos versos que hace ya mucho tiempo escribí:
Esta esperanza que tan pronto viene
como luego huye y rauda se me escapa
para después volver a aparecer
en un loco vaivén que me entretiene,
es un espectro sádico que atrapa
sin saber si me abate o me sostiene,
un fantasma que vive se agazapa
entre los pliegues y huecos de mi ser.
Gracias Luisa, muy hermoso poema, me impactó la duda planteada:
...sin saber si me abate o me sostiene...
Una verdad expresada con armonía y belleza.
Gracias, un abrazo.
Elisa
Gracias a ti, Elisa. Siempre un placer tu presencia.
Un abrazo, amiga
Bonito el soneto, muy bien estructurado y con el buen deseo de que el comportamiento de la gente se asemeje al de la tierra; ésta fagocita lo malo, para depurarlo y devolverlo limpio.
Felicidades y un abrazo.
Muchas gracias, Cristino. Un abrazo
Dejaremos que el viento nos envuelva y que la lluvia moje nuestra piel sedienta,ávida de caricias tiernas.
¡Preciosos versos! que como el viento y la lluvia acarician nuestra alma.
Saludos Alma.
Muchas gracias, Antonio.
Un abrazo
Publicar un comentario