El día brilla y en cada mañana,
sin agobios ni márgenes estrechos
y entra sin resquemor por la ventana
llevándonos la luz a nuestros lechos.
¡Ven, mira, mira como se desgrana!
Dejemos sinsabores y despechos
soltemos lastre de esta vida vana,
no hay tiempo para hundirse entre desechos.
La vida sigue y nos está invitando,
no hay más cruz que la de sentir la cruz
y ver sólo el dolor de sus astillas.
y ver sólo el dolor de sus astillas.
La vida pasa, se nos va esperando,
sumérgete de lleno en esa luz,
gocemos de las cosas más sencillas.
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No hay vida sin astillas.
La meta es respirar con alegría
y debemos buscarla cada día.
Alma en el verso
4 comentarios:
Hermoso y bello texto, las palabras se enlazan con estética y precisión, ofrendando su sentido esencial
...sumérgete de lleno en esa luz,
gocemos de las cosas más sencillas...
Mis felicitaciones, un abrazo grande, (ahhhh: la imagen lo complementa a la perfección)
Elisa
He tratado de reflejar la espléndida filosofía de un ser muy especial que luchaba sin una queja asumiendo una durísima cruz y que además de buscar la luz, ocurriera lo que ocurriera, nos hacía mirar la vida con alegría. Un valioso legado que siempre le agradeceremos.
Muchas gracias, Elisa.
Un gran abrazo
pues sí.... esperar y esperar, a veces, casi siempre, no deja disfrutar del instante....
no hay vida sin astillas, por eso hay que buscar esos resquicios de luz para obtener disfrute en la vida cotidiana.
biquiños,
Muchas gracias, Aldabra.
Un beso
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