Cerré los párpados por un momento
para dejar de ver el desolado
paisaje de este valle devastado
donde hoy se vierte tanto sufrimiento.
Presioné mis oídos con atento
cuidado de acallar el eco helado
del presente y buscar en el pasado
un refugio donde encontrar aliento.
Sentí de nuevo, al roce de la brisa,
el valor de ese tiempo ya vivido,
del bien por el que tanto se ha luchado…
la intemporalidad de una premisa:
"defender el acervo conseguido,
luchar sin tregua por lo que es sagrado"
Alma en el verso
4 comentarios:
¡es tan difícil!
apenas queda nada ya "sagrado", siempre hay quien llega y cual apisonadora, le pasa por encima sin siquiera despeinarse.
pero sí, luchemos, al menos que nos quede el derecho al pataleo.
biquiños,
Por más que no respeten los que llegan arrasándolo todo, para la buena gente siempre hay cosas que son y serán sagradas como el derecho a vivir con dignidad y por encima de todo, nuestros hijos.
Hoy nos hacen sentir tan mal que es imposible no tener momentos de abatimiento y desánimo pero basta pensar en esas criaturas que ahora comienzan su andadura y la reacción es inmediata, hay que seguir luchando y con más energía que nunca aún a pesar de que a veces nos falten las fuerzas.
Un abrazo, Aldabra.
A no entregarse, lo sagrado no pasa por lo habitualmente concebido como tal. Tal vez lo que encierra el verso:
...Sentí de nuevo, al roce de la brisa...
es para mí de una fuerza impresionante.
El mundo se resquebraja de tanto en tanto, la vida se caracteriza por la persistencia. Dios quiera que nos mantengamos erguidos.
Un abrazo grande, felicitaciones por el poema!
Elisa
Profundo y bello tu comentario, Elisa... es todo un acicate, un estímulo para seguir adelante que agradezco de corazón.
Un abrazo.
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