Sólo ansío llegar
y descansar,
sentirme a salvo
mientras cada nota
va endulzando el
sabor de la derrota,
de esta astenia
que me hace claudicar.
Y despacio dejarme
acariciar,
mientras esta tristeza, gota a gota,
va diluyéndose
hasta que se agota
y sentir que la luz
vuelve a brillar,
envuelta entre
las notas del piano,
como si un ángel fuera a ofrecerme
del más puro y
sereno de los cielos
un mensaje de afecto tan cercano
que consigue
llegar a estremecerme,
devolviéndome
todos mis anhelos.
Y aferrarme a los
vuelos
de esa caricia, bálsamo que ofrece
la música que todo lo embellece.
Alma en el verso
Alma en el verso
5 comentarios:
Muy hermoso, casi aterciopelado, es difícil describirlo, las palabras reconstruyen con ternura las caricias de la música.
Qué decir: hermoso!
Un abrazo grande.
Elisa
la música como terapia curativa.
biquiños,
La música y el contacto con la Naturaleza son siempre piezas clave para recuperar el tono y el equilibrio personal.
Muchas gracias, Elisa y Aldabra, por vuestro estímulo y vuestras palabras.
Un saludo muy cordial para ambas.
Precioso... Adoro esta pieza, y con tu poema ya el broche de oro para ser una delicia. Un abrazo!!
Muchas gracias, Silvia. Es un placer encontrar tu comentario.
Un abrazo
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