viernes, 4 de abril de 2014

"Labor de poda"


Una a una, y sin el menor recelo,
las tiernas ramas de la enredadera
que en larga y desgreñada cabellera
parecían pender del mismo cielo,

fueron cayendo en presuroso vuelo
gracias al fino corte de tijera
y a mi atenta labor de jardinera,
quedando amontonadas en el suelo.

Huelga decir que nunca vi tamaña
montaña de hojarasca en el jardín
que la que vi, al bajar de la escalera.

Y como toda valerosa hazaña
que se inicia, culmina al ver su fin,
me puse a rematarla sin espera.


¡Quien sabe si es manera
de obrar para con tantas otras cosas
que claman entre frases armoniosas!

Alma en el verso

miércoles, 12 de marzo de 2014

"Distancia"


No me pidas que me aproxime al fuego
cuando debo alejarme de la hoguera
para ver en la forma más certera
y con el necesario desapego

la inmensa desazón en que navego,
tengo que ir más allá de esa frontera
donde ahora me siento prisionera,
déjame respirar, volveré luego,

cuando encuentre la paz y la quietud
que necesito para serenar
el hiriente rigor de esta emoción

y una vez sosegada la inquietud
que ahora nubla y anega la razón
pueda encontrar la forma de avanzar.

Alma en el verso

martes, 18 de febrero de 2014

"Acoso"

Imagen tomada de Internet. Sin ánimo de lucro.

Qué amargo es malvivir sin esperanza,
qué triste, abrir los ojos y no ver
hasta donde la pobre vista alcanza,
más que un desolador acontecer,

que poco a poco, inclina la balanza
hasta llevarnos a desfallecer,
mientras el miedo a la opresión avanza
sin control que lo pueda detener.

Hay veces que vivir es un penar
tan inflexible, hostil y doloroso,
que hace plácida hasta a la misma muerte.

Tanto, que cuando ya hartos de aguantar,
sobreviene la tregua del acoso,
apenas damos crédito a la suerte.


Antes vida que muerte,
la vida dentro de su fuero interno
guarda un espíritu de cambio eterno.


Alma en el verso

lunes, 27 de enero de 2014

Hechizo

Imagen tomada de Internet. Sin ánimo de lucro.

Como la noche, que serena vela
el dulce sueño que nos da el aliento
mientras la luna, cómplice, pincela
con su pálida luz el firmamento.

Como la luz del día, que encandela
enardeciendo con su alumbramiento
la grandiosa obra que a su albor revela
con el embrujo de un encantamiento.

Como el cálido beso, que al contacto
con la piel, besa el alma y la acaricia.
Así es tu noble hechizo, poesía.

Y tu latido continúa intacto
aun dentro de la sórdida desquicia
en la que el hombre vive día a día.


Él es la luz que guía
y alumbra los misterios de este mundo
indicándonos su halo más profundo.

Alma en el verso