Imagen tomada de la red sin ánimo de lucro |
Despertares sin brillo y sin aliento,
envueltos en las sombras de esa bruma
que por los poros de la piel rezuma
y nubla la razón y el pensamiento.
Preludio atosigante y macilento
que ya al nacer el día nos abruma
e impide que otro tono se presuma
con estímulos de mejor cimiento.
Lastre insidioso de pesada carga
que este tiempo se encarga de agravar
haciendo de la confusión, costumbre.
Rémora insoslayable que se alarga
día a día y conduce a maniobrar
en medio de una inmensa incertidumbre.
Que un haz de luz alumbre
los caminos de esta época desnuda
que en tan nocivos hábitos se escuda.
Alma en el verso