Dos mil doce está en la puerta
y las uvas ya en
la mesa,
se espera la orden expresa
de esa campanada cierta
para que el champán se vierta
y celebrar el nuevo año.
Que el cielo en su dulce paño
conceda a la humanidad
sabiduría y bondad
y bendiga este nuevo año.
¡Feliz año para todos!
Alma en el verso